Incienso de amor
entre las sábanas frías
de mi vida herida;
mientras la sal
invade la seda,
y se mete en los huesos
hasta casi morir.
Deseo de sangre
con los ojos vueltos
sin mirar atrás;
y el corazón helado
mientras me desago
en muertos y flores
sin saber quién soy.
Lágrimas de odio
que buscan el fin
en la última noche;
tiempo eterno
sin apenas recuerdos
y con las manos vacías
de amor.
sábado, 5 de noviembre de 2011
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