I
Camino y camino y no consigo, hay tempestad en cada esquina.
Hace tiempo que no sale el sol.
La gente camina desorientada, a veces les sigo.
Pero casi nunca llego a buen lugar.
Mis plantas no crecen, el gato está triste.
Ya no hay zumo natural.
Hace días que no hay picardías, que duermo de espaldas.
Y él me corresponde sin reprochar.
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II
A su cuerpo que retiene toda mi ansia,
a su piel de porcelana,
a sus ojos tristes.
A sus manos,
a su genio,
a su bravura.
Al leve aleteo de sus enormes pestañas,
a su boca de fresa,
a su palabra.
Porque está en mi la llama
y sé que estoy viva.
Gracias
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domingo, 10 de febrero de 2008
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